¡Buenos días a todo el mundo!
Vaya cara de sábado que tenéis, majos.
He recibido mil correos en las últimas horas con muchas tareas y varios dibujos más que os enseñaré el próximo lunes. He comenzado a revisar vuestros deberes y están bastante bien, pero ese asunto lo dejamos quieto durante el fin de semana, ¿no os parece?
El sábado pasado os propuse el trabajo aquel con palillos de dientes y la verdad es que muchos me habéis sorprendido con vuestras obras de arte. Hoy vamos a hacer algo un poco diferente...
Hace ya unos meses os hablé de Roald Dahl, uno de los mejores autores de literatura infantil y juvenil en lengua inglesa (para mí es el mejor, pero no me quiero poner a discutir con nadie tan temprano). Creo que incluso os leí el comienzo de uno de sus libros y algún compañero le echó un vistazo...Me parece que Gonzalo y Hugo E. leyeron algunas páginas.
Se trata de "Los cretinos", en inglés The Twits. Recuerdo que en su día ya os conté lo que es un cretino... Pues en este divertido libro tenemos dos cretinos: el señor y la señora Cretinos. Vaya nombre. Pero es un nombre que les viene genial, porque son verdaderamente dos cretinos. No tengo el libro aquí conmigo, pero me gustaría compartir con vosotros un fragmento:
El señor cretino era uno de estos hombres barbudos. Toda su cara, a excepción de la frente, los ojos y la nariz estaba cubierta por un espeso cabello. El pelo le salía en repulsivos matojos incluso de los agujeros de la nariz y de las orejas (...)
Como tú sabes, una cara normal, sin barba, como la tuya o la mía, simplemente se pone un poco churretosa si no se lava bastante a menudo, y no hay nada horrible en eso. Pero una cara con barba es algo muy diferente. Las cosas se pegan a los pelos, especialmente la comida. Las salsas, por ejemplo, se meten entre los cabellos y se quedan allí. Tú y yo podemos frotar nuestras caras lisas con un paño y rápidamente volvemos a tener un aspecto más o menos limpio, pero los barbudos no pueden hacer lo mismo (...)
La próxima vez que veáis a un hombre con barba comiendo, observadlo detenidamente y veréis que, incluso abriendo la boca desmesuradamente, le es imposible tomar una cucharada de estofado o de helado de vainilla y chocolate sin dejar algún trocito entre los pelos de su barba...
Lo dejo ahí porque la verdad es que se pone divertidamente desagradable. Pues lo que os propongo es que os fabriquéis vuestra barba de señor cretino. En el enlace que os pongo ahí abajo hay una plantilla que os puede servir de modelo, aunque no creo que la necesitéis. Podéis colorearla, pegarle lana marrón o de cualquier color, tiritas de papel...Pero lo más importante es que sea la barba del señor Cretino, es decir, no puede ser una barba limpia y peinada como la de los modernos de hoy en día. Debe tener restos de comida, un lápiz asomando, la cola de un ratón que se quedó atrapado entre los grasientos cabellos...Vosotros tenéis más imaginación que yo, así que id pensando y dando forma a vuestra cretina barba.
Espero resultados en los próximos días ;)
Un fuerte abrazo a vosotros y a vuestras familias y feliz fin de semana.
Ramón C.
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